La artritis es una enfermedad que afecta las articulaciones, provocando dolor, hinchazón y rigidez, lo que puede llegar a ser debilitante y dificultar las actividades diarias. Existen diferentes tipos de artritis, siendo la osteoartritis y la artritis reumatoide las más comunes. Aunque no existe cura definitiva, hay varias formas de tratarla y controlar los síntomas para mejorar la calidad de vida.
Existen diversas estrategias que pueden ayudar a gestionar los síntomas de la artritis, permitiendo a los pacientes llevar una vida más activa y cómoda.
El primer paso para tratar la artritis es acudir a un médico que determine el tipo y la gravedad de la enfermedad. Dependiendo del diagnóstico, el tratamiento puede incluir medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), corticoides y, en algunos casos, medicamentos biológicos o inmunosupresores.
Uno de los AINE más utilizados es el naproxeno. Este medicamento es eficaz para reducir la inflamación y aliviar el dolor en pacientes con artritis. Sin embargo, siempre debe tomarse bajo supervisión médica, ya que puede tener efectos secundarios si se utiliza durante largos periodos o en dosis elevadas.
Además de los medicamentos, las terapias físicas juegan un papel clave en el manejo de la artritis. La fisioterapia puede ayudar a mantener la movilidad de las articulaciones, mejorar la flexibilidad y fortalecer los músculos que rodean las zonas afectadas. Si se opta por la terapia física, un fisioterapeuta diseñará un plan de ejercicios adaptado a las necesidades específicas de cada paciente.
Otro enfoque muy útil y de gran relevancia es la terapia ocupacional, que enseña cómo realizar las actividades diarias de manera que se minimice el impacto sobre las articulaciones afectadas.
Adicionalmente, usar dispositivos de asistencia, como bastones o muñequeras, también puede aliviar la presión y el dolor en las articulaciones.
Además de lo mencionado, cabe destacar que el manejo de la artritis va más allá de los medicamentos y la fisioterapia. Hacer ciertos cambios en el estilo de vida también puede marcar una gran diferencia en el control de la enfermedad. Algunas de las rutinas que podría incorporar una persona con artritis para mejorar esta condición son:
A la hora de responder a cómo tratar la artritis, también cabe destacar la posibilidad de optar por tratamientos alternativos para complementar los enfoques tradicionales. Entre estos se incluyen:
Si bien la artritis es una enfermedad crónica, como hemos visto, se pueden implementar múltiples estrategias para controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Consulta a tu médico qué es lo más adecuado en tu caso para mantener la artritis bajo control.