Un correcto mantenimiento de tu silla de ruedas eléctrica, también conocida como scooter, va a permitir que esta esté en óptimas condiciones de uso durante más tiempo. Es inevitable que en algún momento aparezcan las averías, pero cuanto más y mejor cuides tu silla, más tardarán en dar la cara. Además, estarás reduciendo las posibilidades de que el problema sea más serio y la reparación más costosa.
Las sillas de ruedas eléctricas favorecen la movilidad en comparación con las manuales, aunque, claro está, requieren más cuidados y atenciones.
Vamos a ver qué puedes hacer para conservarla en un mejor estado.
Lo primero que debes hacer es leer el manual de instrucciones de tu silla de ruedas. Aunque te dé pereza tener que leerlo, en ese libreto vas a encontrar varias de las claves que te van a ayudar a mantener el rendimiento de tu aparato.
Uno de los elementos principales de cualquier silla de ruedas, ya sea eléctrica o no, son las ruedas. Su buen mantenimiento posibilita que tu silla sea mucho más funcional y fácil de usar. Debes tener en cuenta los siguientes aspectos:
Recarga la batería con ciclos de cargas completos que duran entre 6 y 8 horas –siempre dependerá del modelo de silla y de sus especificaciones–. Incluso, si la batería no se ha descargado por completo, cuando realices una recarga asegúrate de que se carga al 100%. Cargarla durante toda la noche es una buena alternativa.
Intenta no exigir demasiado al motor de la silla para que no se caliente en exceso o no tenga que trabajar más de la cuenta.
A veces, puede ocurrir que la silla funcione de manera correcta y no dé problemas; sin embargo, puede que el sonido del motor no sea el habitual y suene diferente. Ese sonido extraño podría ser el síntoma de un problema mecánico que está por llegar. Si ese es el caso, no está de más que llames al servicio técnico o que le hagas una revisión.
Las partes eléctricas de las sillas de ruedas pueden estropearse al entrar en contacto con el agua. Si bien estas partes están a cubierto, exponer las scooters al agua supone un riesgo, por eso es preferible no salir a la calle cuando llueve –esto no quiere decir, ni mucho menos, que no se pueda salir con lluvia–.
Cuando la silla se moje –aunque no sean las partes internas–, es recomendable secarla lo antes posible.
Ya que el agua puede ser peligrosa para la integridad de la silla, para limpiarla la mejor opción que tienes es utilizar un trapo húmedo y no usar, bajo ningún concepto, sistemas de limpieza que utilicen agua a presión, que pueden provocar que el agua llegue hasta las partes eléctricas.
Retira las partes desmontables y límpialas también por dentro. Una vez que hayas terminado, vuelve a montar las piezas tal y como estaban.