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1. Llena el depósito del coche en la gasolinera hasta que salte la manguera.
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2. Pon el cuentakilómetros parcial a cero y circula con el coche al menos 200 kilómetros en ciudad o en carretera (dependiendo de si te interesa saber el consumo en ciudad o en carretera). >> apunta los KILÓMETROS RECORRIDOS (por ejemplo, 275 km.)
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3. Vuelve a llenar el depósito del coche en la gasolinera hasta que salte la manguera y mira los litros que te han entrado, que serán los que has consumido. >> apunta los LITROS CONSUMIDOS (por ejemplo, 23 litros)
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4. Haz la siguiente operación:
LITROS CONSUMIDOS x 100 / KILÓMETROS RECORRIDOS
(según el ejemplo: 23 litros x 100 / 275 km = 8,36 litros gasta tu coche a los 100 km)
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1. Apuntamos lo que gasta tu coche a los 100 (por ejemplo: 8,36 litros).
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2. Apuntamos el recorrido que vamos a hacer (por ejemplo: Madrid-Barcelona, 628 kilómetros).
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3. Haz la siguiente operación para conocer los litros que se consumirán:
KILÓMETROS TOTALES DEL VIAJE x KILÓMETROS A LOS 100 / 100 KM
(según el ejemplo: 628 km x 8,36 litros / 100 = 52,5 litros de gasolina consumirá el coche
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4. Haz la siguiente operación para conocer el dinero que se gastará:
LITROS QUE CONSUMIRÁ EL COCHE x PRECIO DE LA GASOLINA
(según el ejemplo: 52,5 litros x 1,95* euros/litro = 102,38 euros gastaremos en el viaje)
*Precio variable, comprobar en el momento de hacer el cálculo.
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Michelin: la web de la Guía Michelin permite seleccionar una ruta de viaje introduciendo nuestro modelo de vehículo y combustible. Nos dirá cuánto vamos a gastar en cada ruta posible de viaje. Aunque recomiendan registrarse, no es necesario para hacer el cálculo.
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BBVA: la web del banco tiene una calculadora en la que, rellenando unos parámetros, te hace un cálculo de la gasolina que vas a gastar en el viaje.
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Uso del coche:
· Planificar la ruta y escoger el camino menos congestionado.
· Evitar la sobrecarga del vehículo, retirando incluso la baca si no se utiliza. Por cada 100 kg de peso aumenta el consumo un 5%.
· No utilizar el coche para trayectos muy cortos, ya que puede llegar a consumir 20 litros/100 km en pequeños recorridos urbanos.
· Conducir siempre con una adecuada distancia de seguridad y un amplio campo de visión que permita ver 2 ó 3 vehículos por delante, para poder levantar el pie del acelerador en caso de que se detecte un obstáculo o una reducción de la velocidad de circulación en la vía.
· El aire acondicionado incrementa hasta un 20% el consumo de carburante. Es recomendable ponerlo en torno a 23-24ºC.
· No llevar las ventanillas totalmente abiertas porque incrementa el consumo en un 5%.
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Mantenimiento del coche:
· Echar al coche la gasolina del octanaje establecido por el fabricante del vehículo y revisar el consumo de carburante periódicamente. Si los datos varían, puede haber algún fallo.
· Mantener la presión correcta y el alineado de los neumáticos. Una presión de 0,3 bares por debajo de la presión fijada por el fabricante provoca un sobreconsumo de un 3%.
· Cambiar filtros, aceite y bujías en el momento indicado. La elección incorrecta del tipo de aceite puede aumentar el consumo hasta un 3%.
· El motor debe estar bien reglado. Un motor mal reglado puede incrementar el consumo en un 9%.
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Arranque y cambios de marcha:
· Arrancar el motor sin pisar el acelerador e iniciar la marcha inmediatamente después del arranque.
· Usar la primera sólo para el inicio de la marcha, cambiando a segunda a los 2 segundos ó 6 metros aproximadamente.
· Si nos fijamos en la velocidad, deberemos cambiar a la tercera marcha
a partir de unos 30 km/h., a la cuarta a partir de unos 40 km/h. y a la quinta a partir de unos 50 km/h.
· Si nos fijamos en las revoluciones, deberemos cambiar en el entorno de las 2.000 rpm. (coches de gasolina) y de las 1.500 rpm. (coches diésel).
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Conducción:
· Circular lo más posible en las marchas más largas y a bajas revoluciones. Es preferible circular en marchas largas con el acelerador pisado en mayor medida que en marchas cortas con el acelerador menos pisado.
· En ciudad, siempre que sea posible, utilizar la 4ª y la 5ª marcha, respetando siempre los límites de velocidad.
· Mantener una velocidad de circulación uniforme, evitando los frenazos, aceleraciones y cambios de marchas innecesarios.
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Parada del vehículo:
· Para decelerar el vehículo, levantar el pie del acelerador y rodarlo con la marcha engranada. Frenar de forma suave con el pedal de freno. Reducir de marcha lo más tarde posible.
· Para detener el vehículo, hacerlo sin reducir previamente de marcha, siempre que la velocidad y el espacio lo permitan.
· En paradas prolongadas (por encima de 60 segundos) es recomendable apagar el motor.
Fuente: Idae (2023)